La entrega 39 de la premiación de Acroarte en el Teatro Nacional dejó en el espectador un balance favorable en su alfombra roja, la propuesta artística y la selección de los ganadores
Partiendo de la puesta en escena en general y transitando por lo visto en las últimas galas de Premios Soberano, la edición de este 2024, producida artísticamente por Guillermo Cordero, representó un aumento considerable en su puntuación.
La entrega 39 de la premiación de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) dejó en el espectador un balance favorable en su alfombra roja, la propuesta artística y la selección de los ganadores. Contrario a una tendencia negativa que llevaba hasta el 2023, esta vez en la apreciación de la crítica y en el sentir de la gente hay más aprobación que lamentos y críticas.Los Premios Soberano estarán el próximo año celebrando cuatro décadas y desde hace un tiempo viene luchando con situaciones que ensombrecen sus resultados esperados por sus productores y los directivos de Acroarte.
El factor tiempo, la debilidad en el guion, la falta de conexión de los conductores, lo desorganizado de la alfombra roja y los errores en la elección de los ganadores se han convertido en el “Talón de Aquiles” de la premiación.
Sin embargo, esta entrega del 2024 corrió sin mayores contratiempos en cuatro horas de transmisión a través de Color Visión, una hora para la alfombra roja y tres para el ceremonial.
En la alfombra roja se establecieron una serie de mejoras, oportunas y que le quitó el ambiente de mercado que imperaba en muchas de las anteriores entregas.
Claro, todavía hay puntos a tomar en cuenta porque muchas figuras no pudieron salir en televisión por diversas razones que deberán ser analizadas para que no pase de nuevo.
El hecho de que se haya rebajado de dos a una hora la transmisión de la alfombra aun limita más a la cantidad de figuras en aparecer.
Un ingrediente que le dio interés fue la entrega de algunos premios en la misma alfombra, sorprendiendo a los ganadores y al mismo público televidente.
El guion es otra materia a revisar. De nuevo no obtuvo la excelencia. Fue dilatado, con diálogos que no generan hilaridad y chistes interminables y carentes de gracia.
MUSICALES DE SALVACIÓN
Aunque el evento tiene como materia prima premiar a los artistas y figuras de la música, la comunicación, el cine y recientemente el área digital, al igual que en otras premiaciones, los musicales se han convertido en la garantía de una gran puesta en escena. Esta del 2024 contó con seis musicales.
Con un opening protagonizado por los conductores Hony Estrella y Jochy Santos. Una dupla en la que Hony no necesitó de nada más y se desdobló con un desborde de talento, en el que mostró su mejores de dates de canto, bailes y actuación. A partir de ahí la presentadora y actriz marcó sus huellas en el escenario y la mantuvo hasta el final.
Este comienzo tuvo la particularidad de continuar a ritmo de merengue con la presencia inmediata de La Dinastía Rosario, Toño, Rafa, Tony y Luis encendieron la pista y supieron marcar bien arriba el comienzo de la gala.
La bachata llegó en la voz de Zacarías Ferreira, quien tenía 11 años sin cantar en el país. Él es buen intérprete y sus temas gozan de popularidad, pero aquí tuvo una show que no llenó las expectativas.
A diferencia de Eddy Herrera, quien supo sacarle provecho a su elegancia y llevar un número musical de la celebración de sus 40 años en la música y en la que Hony puso la cereza en el pastel con su participación y el inesperado beso.
La española Natalia Jiménez llevó un pequeño concierto hermosísimo que incluyó hasta mariachi. En esta parte la producción logró una de las visuales más vistosas y llamativas de toda la noche.
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