Su semblante caído, manos temblorosas y esposadas, así como la sensación de impotencia, fue lo que le hizo compañía durante la audiencia.
Este viernes el Tribunal Colegiado de Villa Altagracia dictó sentencia en contra de los implicados en la muerte a tiros de Elisa Muñoz y Joel Eusebio Díaz, una pareja de esposos cristianos, que se desplazaba en un automóvil por la autopista Duarte en marzo de 2021.
En la sala de audiencias había varios familiares escuchando el veredicto, a más de dos años y medio de ocurrir el hecho. Entre ellos, uno que llamaba la atención, Marino Antonio Muñoz Concepción, padre de Elisa y quien desde marzo pasado cumple una prisión preventiva de tres meses, que se ha alargado por siete, con un caso en el aire.
La muerte de su primogénita le cambió la vida, a tal punto, que esto desencadenó, que ahora enfrente un proceso penal por tráfico ilegal de armas, tras imputarle de haber comprado armas de fuego de alto calibre en una armería en Philadelphia, Pensilvania, para enviarlas al país mediante una compañía de envíos.
La presunción que se tiene es que las armas serían utilizadas por el imputado el 2 de marzo, día en que se conocería audiencia en contra de los agentes policiales que segaron la vida de su hija y a su yerno.
El viernes, durante el conocimiento del fallo, que liberó a cinco de nueve implicados e impuso prisión a otros cuatro, su semblante caído, manos temblorosas y esposadas, así como la sensación de impotencia, fue lo que le hizo compañía durante la audiencia.
“Él estaba malo, yo estaba sentada al lado de él y nada más bajó la cabeza y estaba como nervioso, porque le hacía a las manos un movimiento, como cuando tu sientes una impotencia tan grande”, relató Emerita Marte, madre de Elisa.
Emerita, contó que a pesar del proceso y Marino encontrarse bajo custodia policial en lo que finaliza la investigación, siempre asiste religiosamente a cada una de las audiencias relacionadas a Elisa.
Sin embargo, ninguna de las audiencias a las que ha asistido de marzo a la fecha ha sido acerca de su caso, debido a que según lo expresado por Marte, desde que le fue dictada la prisión preventiva en marzo no ha visto alguna revisión de la investigación en su contra.
“Todavía nada, ellos no le han dicho nada todavía, ni le han puesto cita para nada como hacen después del tiempo, nada, absolutamente nada, ellos no le han puesto cita ni nada”, denunció.
Quedándose en una especie de limbo por la falta de conocimiento de caso.
ACUSACIÓN
Aduce la acusación que se ha establecido que las armas de fuego fueron enviadas desde Pensilvania bajo el nombre de “Andrea” para ser recibidas en el país a cargo de Ronny Muñoz, y que presuntamente serían utilizadas por el imputado el 2 de marzo, día en que se conocería audiencia en contra de los agentes policiales que segaron la vida de su hija y a su yerno.
Muñoz Concepción adquirió un fusil AM-15, color negro, calibre 5.56MM Multi Cal, serie 20169667 y una pistola marca XD-9, color negro, calibre 9MM, serie D211756, junto a dos cargadores y varias cápsulas calibre 9MM.
Ante los hechos señalados, el Ministerio Público presentó cargos en contra del imputado Marino Antonio Muñoz Concepción y/o Ronny Muñoz por infringir los tipos penales 6 numeral 1 y 2, 66 párrafo V 68, 70, 71, 73 y 77 de Ley 631-16 sobre Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales relacionados.
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